Nunca me había planteado estudiar Publicidad y Relacions Públicas. Antes de empezar la universidad quería estudiar cocina, y entre fogones iba a dedicar mi vida. Por cosas del destino, fechas y burocracia no pude inscribirme en el Grado Superior (GS) de Restauración. En esa época me encontraba acabando el de Gestión Comercial y Marketing —¡un nombre muy apasionante!— y la única opción que me quedaba era apuntarme a la universidad. Porque, claro, no podía costearme lo que cuesta una escuela de cocina y, además, estábamos en plena crisis, y lo de trabajar estaba muy complicado.
Acabé el GS y me preparé la selectividad. La aprobé. Escogí Publicidad. Entre todas las opciones era lo que más me llamaba la atención y en el grado de Marketing habíamos hecho algunas asignaturas. Entré en la Pompeu. Perfecto, vamos a ver qué es esto de la Publicidad.
El primer pie en la universidad
Empecé la carrera sin muchas expectativas y sin saber si pintaba algo ahí. Por suerte éramos muchos en mi misma situación; no me sentí solo. En el primer curso dimos varias asignaturas aperitivo que nos permitían tener una visión más amplia del sector. Recuerdo una en particular, la de Historia de la Publicidad impartida por el Dr. José Fernández Cavia. De cómo pasamos de las formas de comunicación más primarias a la creatividad de masas. Del Think small de Bernbach al I want my MTV de George Lois. Sin olvidar la escuela nacional del Sin burbujas de Lorente al ¿Te gusta conducir? de Segarra. Al final no iba a resultar tan mala idea esto de estudiar Publicidad…
"En la asignatura de Historia de la Publicidad repasamos del Think small de Bernbach al I want my MTV de George Lois. Sin olvidar la escuela nacional del Sin burbujas de Lorente al ¿Te gusta conducir? de Segarra". Fran García
Las asignaturas de primero y segundo te ayudan a ir encontrando el norte en esto de la publi. En mi caso, escogí el itinerario de creatividad ya que me acabé enganchando al storytelling, el diseño gráfico, la creatividad y el branding. Entre tanto, estaba haciendo prácticas en la biblioteca de la Universidad. Ya me encontraba en el ecuador de esta aventura universitaria.
En tercero ya íbamos profundizando en las especializaciones de cada itinerario y buscando prácticas para ir ganando experiencia. Estuve buscando en agencias creativas sin ningún éxito. Ninguna entrevista y ningún mail escrito por un humano recibido. Ante la negativa, abrí la búsqueda a otras ramas del sector y encontré prácticas en la agencia de medios CARAT (Dentsu Aegis Network), una empresa muy alejada de lo que quería hacer. O eso creía yo; para mi sorpresa no resultó ser así. Entré en el equipo de Sponsorpship que se dedicaban a idear propuestas de patrocinio en grandes eventos como el Primavera Sound.

A pocos meses de acabar la carrera tenía que escoger mis prácticas curriculares, las obligatorias. Podría haber ido a la fácil y convalidarlas con las de CARAT; pero yo quería pasar, sí o sí, por un departamento creativo. Como ya me había sucedido anteriormente, no obtuve muchas respuestas y las condiciones que ofrecían eran muy raras. Me tenía que llevar mi ordenador, no pagaban nada o no podían gestionar el convenio. Otra vez decepcionado y sin querer resignarme escribí a Ignasi Murillo, un profesor que tuvimos en la carrera, que me consiguió una entrevista en la agencia que trabajaba. Les encajé. Empecé a trabajar en HC Healthcom. Me gradué. Me despedí de mis compañeros de Biblioteca. Me contrataron en la agencia. Me renovaron y desde entonces ya han pasado cinco años.
En HC soy Director de Arte y Diseñador Gráfico y desde el primer momento no he dejado de aprender. En esta agencia he tenido la oportunidad de trabajar en proyectos diversos como social media y digital, diseño de packaging, branding, spots de tele… También he tenido la suerte de rodearme de buenos compañeros de trabajo que hacen que las jornadas pasen volando y de los cuales cada día no dejas de aprender cosas nuevas.
¿El truco? Mantener intacto el hambre de conocimiento
Contado así parece poca cosa; pero han sido años intensos de constante evolución, de formarme por mi cuenta, de hacer cursos, de horas de trabajo… Pero al final estoy muy contento con el recorrido, y no solo por haber ido a la universidad, sino por no dejar de cultivar la curiosidad. Y por no perder el hambre de conocimiento para nunca, nunca, dejar de aprender y mejorar para poder llegar cada vez un pasito más lejos.
"Estoy muy contento con el recorrido, y no solo por haber ido a la universidad, sino por no dejar de cultivar la curiosidad". Fran García
La crisis del Coronavirus ha traído cosas muy malas y otras muy buenas. Las buenas, más allá de poder trabajar en la comodidad del pijama, es el tiempo para poner en orden nuestras ideas, empezar proyectos y aprender cosas nuevas. Yo decidí apuntarme a un máster de UI UX para dar un giro a mi carrera profesional y así acercarme a la creación de producto digital. También estoy trabajando en un proyecto personal donde desarrollo mis habilidades como cocinitas canalla y puedo aplicar todo lo aprendido durante estos años (foto, diseño, redacción…).
Al final no fue mala idea estudiar Publicidad y, como entonces, seguimos navegando en la incertidumbre.